viernes, 4 de mayo de 2007

no lo quiero creer

Ofendido, el ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Manuchehr Mottaki, abandonó abruptamente anoche en Egipto una cena en la que debía sentarse enfrente de la secretaria de Estado de EE UU, Condoleezza Rice, por un detalle que había pasado desapercibido a los diplomáticos y que para él resultaba ofensivo: el vestido rojo que lucía una violinista. Para los ojos del ministro, el traje era demasiado insinuante. Pero Washington no se cree esta versión de los hechos.

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