jueves, 22 de marzo de 2007

un tropezón cualquiera da en la vida

Se fue a un curso de salsa. Y dale, dos pa al costado, uno pa atrás dos pa delante y repitiendo todo el tiempo, detrás de ella un latino con lo mismo con la diferencia que en vez de estar atento a sus pasos miraba la colita de la que tenía adelante. Por un momento se desconcentró y en vez de dos pa delante hizo tres. Se enredaron con sus piernas y cayeron, quedando sin quererlo, como abrazo a un rencor. Todo por una salsita. P.R. puede revelar el nombre de la chica, empieza con M y tiene tres sílabas. El del hombre. Bueno. Un latino.

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